viernes, 16 de abril de 2010

ATIME pide a la Comunidad de Madrid que intervenga para "restituir" el derecho de una musulmana a poder ir a clase


La Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España reclama a la Comunidad de Madrid que intervenga de manera "urgente" para "restituir" el derecho a la educación de Najwa

MADRID. (EUROPA PRESS) La Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España ATIME reclamó hoy a la Comunidad de Madrid que intervenga de manera "urgente" para "restituir" el derecho fundamental a la educación, "independientemente de su cultura o religión", de la joven Najwa, de 16 años, a la que se le ha impedido ir a clase por llevar el 'hiyab' (velo).



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En un comunicado, la organización hace responsable a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid de la situación de esta estudiante del Instituto Camilo José Cela, en Pozuelo de Alarcón, y mostró su "total desacuerdo" con estas medidas "discriminatorias" aprobadas por la dirección del colegio.

Asimismo, la Junta Directiva de ATIME exigió a la dirección del colegio asumir su responsabilidad y proceder a la reincorporación inmediata de la joven, y les recordó que el derecho constitucional a la educación "prevalece sobre las normas del colegio". "Este tipo de medidas solo consigue fomentar la discriminación, el rechazo y dificulta la integración escolar", añadió.

La joven fue a clase hoy después de 20 días
La alumna de 4º de la ESO del Instituto Camilo Jósé Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid) que fue separada de sus compañeros por llevar 'hijab' en clase confirmó que esta mañana, después de las tres primeras clases, pudo volver al aula y se mostró esperanzada de que todo vuelva a la normalidad porque "pase lo que pase" seguirá "así".

Después de 20 días apartada de sus compañeros en la sala de visitas del centro durante seis horas diarias, hoy ha sido recibida con un abrazo por sus compañeros al entrar en clase, "en un momento muy bonito", tal y como recordaba. "Me sentía bastante discriminada y muy apartada de mis compañeros, me sentía bastante sola", apuntó.

Para ella, llevar el hijab es "un acto de sumisión" a su Dios, al que respeta "bastante", además de esgrime como razón para llevar la prenda el que le gusta su religión. Una decisión que, con 16 años, asegura haber meditado "bastante" y con la que los padres no estaban de acuerdo en un principio por los problemas que le podría acarrear. No obstante, su padre Mohamed le defiende al argumentar que "el hijab es una cosa, y los estudios otra" y que compañeros de clase de su hija van a clase con "colores en el pelo y cresta y nadie dice nada". "Está en su derecho", sentenció.

El padre de Najwa argumenta que "la polémica se cierra si la niña vuelva a las clases" o si se hace un cambio en la reglamentación que se lo impide, "siempre respetando sus derechos fundamentales", tal y como subraya Mohamed Said Alilech, presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes, que acompañaba al padre en la rueda de prensa.

En este sentido, Najwa destaca que "pase lo que pase" seguirá llevando hijab, a pesar de que, en esta ocasión, los 20 días separadas de sus compañeros le han costado cierto retraso respecto a sus compañeros. Con la ilusión de llegar a ser profesora de matemáticas en el futuro, hoy al "ver la pizarra, había bastantes cosas que no entendía".

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